El ‘glamping’, una innovadora tendencia turística a nivel mundial, cuenta con varias propuestas en distintos destinos del país, donde es posible combinar “glamour” y alojamientos en tiendas de campaña, domos o containers en plena naturaleza.
Algunos de ellos están situados en plena Costa Atlántica; otros en la provincia de Mendoza, a los pies de la Cordillera de los Andes, y también existen propuestas en diversos lugares de la región patagónica.
La iniciativa tiene como base el hospedaje en espacios rústicos de bajo impacto ambiental; una manera diferente de conjugar lo silvestre y natural de un camping, con los servicios y prestaciones de primera categoría que ofrecen habitualmente los hoteles cinco estrellas.
Los complejos ofrecen desayunos y paquetes de pensión completa, en los que se incluyen platos a base de productos orgánicos. Además, cuentan con servicios de mucama, ropa blanca, jacuzzis, piscinas y baños con agua caliente. El itinerario incluye también actividades de trekking, escalada, kayak, rafting, pesca o cabalgatas en sitios de gran belleza natural.
La gran ventaja para el viajero es que al llegar al destino elegido, encuentra su gran carpa preparada y lista para disfrutar. Incluso, algunas de las propuestas de glamping poseen hogares a leña en su interior como calefacción natural, con el fuego recién encendido.
El glamping, como práctica turística tiene sus orígenes en el continente africano, donde numerosos viajeros que realizaban largos y extenuantes safaris decidieron llevar consigo todos los lujos y comodidades posibles para disfrutarlos dentro de una simple tienda de campaña.
La tendencia fue un éxito total y hoy recorre el mundo entero en versiones muy diversas adaptadas a las características de cada lugar.
En España, por ejemplo, aparecieron las casas-árbol; en Estados Unidos, los tipis (una especie de tienda cónica cubierta con piel de bisonte) y trailers de lujo; en América Latina, los domos geodésicos y containers.
En la zona Sur de la Argentina, una de las opciones más destacadas para hacer glamping se encuentra en la provincia de Santa Cruz, dentro del Parque Nacional Los Glaciares, a unos 50 kilómetros de la ciudad de El Calafate.
La propuesta se erige sobre Península Las Colonias, entre los lagos Roca y Rico, hábitat natural de guanacos, zorros, ñandúes, cóndores y muchas otras especies de aves.
El sitio cuenta con ocho domos dobles, cuatro baños y otro domo más grande utilizado como espacio de usos múltiples y comedor.
La estructura del domo permite gran resistencia al viento, característico en la región patagónica, se los protege con tela de PVC y los suelos son de madera.
En el interior, las camas son individuales con sábanas de algodón, mantas de tejido polar y pluma. Algunos de los platos gourmet son: sopas de verduras, corderos patagónicos y tartas de frutas rojas.
Otra de las propuestas de glamping en la Patagonia argentina se desarrolla dentro del Parque Nacional Los Alerces, en la provincia de Chubut. Se trata de un camping agreste, ubicado a orillas del río Arrayanes (un árbol característico de la región, que da nombre al curso de agua), que además de las parcelas tradicionales para acampar, posee domos geodésicos de alta gama.
La capacidad de los domos es para un máximo de cinco personas con camas twin o full size, sobre plataformas de madera. Las ventanas tienen sistema de ventilación con mosquiteros y dos de ellas están colocadas en la parte superior para la observación del cielo y las estrellas.
Están calefaccionados con salamandras a leña con puerta vidriada y cuentan con faroles leds recargables, y cuentan con servicio de desayuno, media pensión y pensión completa. Los baños son compartidos bajo el concepto de sustentabilidad y cuidado del agua y la energía.
En la provincia de Buenos Aires, y a tan sólo cuatro horas de viaje desde la Capital Federal, otra de las propuestas alternativas de glamping se encuentra en la ciudad balnearia de Pinamar, una de las playas más exclusivas de la Costa Atlántica argentina.
El hospedaje allí se realiza en containers acondicionados con el confort de un alojamiento de alta gama y con la particularidad de poseer una galería de arte dentro del predio.
Las habitaciones cuentan con sommiers, aire acondicionado, parrilla, televisores LCD, muebles de diseño, hidromasajes, ateliers y terrazas privadas, entre otras comodidades. La ubicación es en medio de un bosque de pinos y a escasos minutos de la playa.
El edificio de la administración fue diseñado por el reconocido arquitecto argentino Clorindo Testa, autor entre otras obras de la Biblioteca Nacional, el Banco de Londres y el Centro Cultural Recoleta.
Además, hay una piscina con hamacas paraguayas a su alrededor, servicio de Wi-Fi, mucamas y desayuno, así como un spa para los huéspedes.
En la región argentina de Cuyo, otra de las propuestas de glamping se concentra en las afueras de la ciudad de Malargüe, provincia de Mendoza desde donde se accede a un campamento de lujo situado a 2.400 metros de altura, en plena Cordillera de los Andes.
Los programas de aventura duran varios días y se desarrollan desde 1996, con el objetivo central de vincular el ser humano con la naturaleza.
El punto de partida de la travesía se ubica en un pequeño paraje llamado Las Loicas, a unos 100 kilómetros de Malargüe. Allí, los viajeros montan a caballo y emprenden un recorrido de seis horas, al que es imposible acceder en vehículos. El itinerario sólo se realiza entre noviembre y marzo de cada año, por las condiciones climáticas de la zona.
El campamento posee pisos de madera, vajilla, sillones, música, calefacción, baños completos y duchas con agua caliente. Además, funciona una carpa comedor y una sala de estar, en la que por las noches se degustan chivitos, guisados y vinos mendocinos, al compás de guitarreadas, cantos y anécdotas de los lugareños.
Fuente: Telam