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¿Qué aprendimos de los mejores partidos de Facundo Campazzo con Denver Nuggets?

Campazzo ha tenido muchísimos desafíos a lo largo de su carrera y generalmente se ha impuesto, tarde o temprano. Esa cualidad es parte de lo que suele diferenciar a los grandes de los buenos. Y cuando sos un jugador novato en la NBA, por más carrera galardonada que tuviste previamente, hay que aprovechar cada situación que se presenta y sacarle el jugo, porque suelen ser disparadores de cosas prometedoras. Y, quizás, Facu haya hecho justamente eso: tomar la chance que se presentó para ganarse su lugar.

«La baja de Michael Porter Jr. hizo que hubiera un jugador importante menos, él tuvo la oportunidad de jugar más minutos y le sacó provecho«, dijo Malone tras ser consultado sobre estos dos partidos de un Facu mejorado. En realidad, de un Facu liberado. De un Facu siendo Facu. No es fácil un inicio en donde, en minutos reducidos, tenés que mostrar absolutamente todo. Pero con más tiempo, el cordobés se soltó. Jugó con otra confianza, sus compañeros fueron confiando más en él y hasta su semblante mutó. De la sensación de incomodidad y escrutinio constante (con algo de temor al error), a la soltura y hasta la diversión. Porque pudo divertirse por momentos (siempre sin perder la seriedad por el juego). Y cuando Facu se divierte, el básquet es mejor.

De los 33 minutos en los primeros cinco partidos, a los 47 totales en los dos ante Minnesota. ¿Sus promedios en ellos? 13,0 puntos (53,3% campo), 1,0 rebotes, 2,0 asistencias y 1,5 robos. En ambos casos, cerrando cada partido con los titulares. Quizás, el comienzo de lo que se viene.

Su defensa, una (menospreciada) llave

No descubrimos nada si decimos que, para muchos, el efecto de Campazzo en defensa sigue atado, de manera equivocada, al prejuicio de su altura. Sin ir más lejos, en el partido previo a la explosión (donde jugó 4 minutos), un par de anotaciones de Chris Paul por encima suyo parecieron el apocalipsis. Como si CP3 no le anotara a la mayor parte de la NBA y de la forma que quiera (lleva más de 15 años haciéndolo). Pero como dijo Malone ante su arribo a la liga: a Campazzo no hay que juzgarlo por su altura, sino por su corazón y deseo.

En estos dos partidos, Campazzo fue esa peste defensiva que predijo su coach. Fue ese muy buen defensor que ha mostrado a lo largo de su carrera. Sí, todavía se está adaptando a jugadores con mayor talento y físico que los que ha visto hasta acá. Pero su disciplina, inteligencia, intensidad y compromiso son puntos de partida más que interesantes. Hablando de puntos de partida, de cierta manera podemos decir que acá comenzó todo…

Astucia (hay un poquito de flop en la acción) y sacrificio. En esta pequeña acción, sacándole la falta en ataque a Naz Reid y evitando la conversión fácil de los Wolves, empezó a cambiar la confianza de Facu. Después llegaron un par de robos (uno cortando una recepción, otro interrumpiendo una transición) y el recital ofensivo que tendría en ese primer duelo ante los Timberwolves, con 15 puntos y 5-7 triples. Así también se ganó su lugar para cerrar el choque…

Dos días más tarde, mismo concepto. Entró intenso y supo aportar su granito de arena mientras en ataque se ganaba sus puntos de otra manera. Y en el último cuarto se mantuvo también en cancha por una razón: su capacidad para presionar y, a pura disciplina, sostenerse adelante de un jugador creativo y determinante como D’Angelo Russell. No hace falta medir 2,10 metros y bloquear los disparos para ser un buen defensor. También se mide por tu anticipación, tu movimilidad de piernas y tu concentración para mantenerse ante el desafío. Así, Facu llevó a fallar a la estrella de los Wolves.

«Lo usé mucho en el último cuarto, y creo que su defensa sobre el balón sobre D’Angelo Russell, en líneas generales, fue realmente buena», reconoció Malone. Este trabajo también es lo que hará que Facu tome confianza y también lo haga su equipo con él, es lo que lo ayudará a ganarse más minutos y oportunidad. ¿Bonus track? También comenzó ese último cuarto del segundo partido ante Minnesota sacándole otra falta en ataque a Reid, con otro poco de astucia.

La (camaleónica) adaptación ofensiva

Costará, pero hay que empezar a entender algo de estos Nuggets: Campazzo no tendrá el mismo caudal de balón que supo tener en su carrera. Y va más allá de ser suplente o estar detrás de quien sea. La configuración de los Nuggets lleva a pensar eso. Con la segunda unidad, por el momento comparte cancha con Monte Morris (otro base) y PJ Dozier (base más alto que también demanda balón). Ha compartido minutos con Will Barton, otro jugador propenso a consumir balón. Y también ha pasado bastante tiempo con Jamal Murray y Nikola Jokic, las estrellas del equipo que… Sí, consumen balón.

De hecho, Jokic es el pivote más particular de toda la NBA, porque es el centro del armado y la creación de los de Colorado. Por caso, hemos visto a Campazzo explotar el pick and roll con la referencia interior de turno (en última instancia, con Edy Tavares en Madrid). El tema es que Jokic es diametralmente opuesto, a Edy y a cuanto pivote haya jugado con Facu. De hecho, la frecuencia de uso de Jokic cayendo del pick and roll es de 12,9% en esta temporada, registro por demás bajo para alguien de su posición. Y no es nuevo: 16,9% en 2019-2020, 14,1% en 2018-2019, por ejemplo.

¿Cómo rendir entonces cuando una de tus mejores virtudes, esa que tu entrenador resaltó como una de las cinco mejores del mundo, está reducida? Simple: estando abierto a mutar y adaptarse«Facu está dispuesto a hacer cualquier cosa que le pidas», reconoció Malone. El propio Campazzo remarcó que él mismo sabía que iba a ser un año diferente a lo acostumbrado. Y trabaja para aprovechar lo que toque de la mejor manera.

En el primer duelo ante Minnesota fue su tiro de tres puntos, una grandísima llave: anotó 5-7, la mayoría en situaciones de recibir y tirar. Murray y, sobre todo Jokic, generarán muchísimos espacios, y si Campazzo comparte más minutos con ellos, castigar esos espacios será determinante para seguir siendo efectivo. En el segundo duelo ante los Wolves, en cambio, falló los tres triples que tuvo, también recibiendo descargas. ¿Le afectó? Para nada, porque supo explotar otra de sus tantas virtudes: velocidad, determinación, agresividad y toque para romper hacia el aro y definir. Ricky Rubio fue su víctima, en ambos casos sacando también la falta. Una vez….

Y otra más…

Hasta acá, Facu acumula un 6-14 en triples, casi un 43% de acierto tomando dos tiro por encuentro. Y hay una clara manera de dividirlo: 6-10 en acciones de catch and shoot, 0-4 desde el drible. El segundo es más circunstancial para el caso, y el primero (y mejor) es lo que le permitirá destrabar aún más su potencial. Pero claro, tampoco hay que encasillarse porque, como dijo su entrenador, está dispuesto y preparado para lo que se pida. Y en esa adaptación y voluntad, saliendo de la zona de confort, hay un deseo enorme de superación y éxito. Hay una muestra más de su grandeza y ambición.

Su lugar ¿ganado? en la rotación

Malone exigió respuestas de su banco tras el comienzo con cuatro derrotas en cinco partidos, y pareció encontrarlas en los dos ante Minnesota. Sí, un rival en caída, pero vale igual la muestra. Habrá que ver cómo se acomoda todo cuando regrese Michael Porter Jr. (era el alero titular) tras superar el protocolo de salud y seguridad. Pero vamos a detenernos en lo que se vio en estos encuentros, en donde Campazzo y JaMychal Green fueron piezas por demás valiosas para la mejoría de los suplentes.

La muestra es pequeña (dos partidos), pero significativa porque coincide con las sensaciones visuales que arrojaron los encuentros. Lo más claro antes de todos los datos: con Campazzo en cancha (47 minutos), los Nuggets tuvieron el mejor rating neto (diferencia de puntos anotados y recibidos cada 100 posesiones) de todo el plantel, con +27,0. Cuando no estuvo en acción (49 minutos), el equipo tuvo el segundo peor rating neto (-10,0). Sí, entre tenerlo y no tenerlo, una diferencia de 37,0 puntos cada 100 posesiones. La más amplia sólo por detrás de Nikola Jokic.

Campazzo en los últimos dos partidos
Registro En cancha (47 minutos) Afuera (49 minutos)
Rating ofensivo 125,0 114,0
Rating defensivo 98,0 124,0
Rating neto +27,0 -10,0

Algunas cuestiones que también se pueden descubrir de estos partidos…

  • Facu fue el 7° jugador con más minutos en este tramo: 23,6 de media, sólo por detrás de Jokic (34,1), Murray (33,9), Barton (28,9), Harris (28,7), Morris (26,8) y Green (23,8).
  • Dos de las tres formaciones de cinco hombres más usadas por Malone tuvieron a Campazzo: 16 minutos junto a Murray, Morris, Dozier y Green (-0,6 de Rating Neto); y 7 minutos con Morris, Dozier, Green y Jokic (+67,6 de Rating Neto).
  • Monte Morris sigue siendo el principal «aliado» de Campazzo: 41 de sus 47 minutos fueron junto a él en cancha. Esa combinación generó un Rating Neto de +29,4
  • Facu compartió bastante con las estrellas, lógico si mencionamos que se ganó su lugar en los cierres de los partidos, pero también porque Malone decidió (y con éxito) intercalar a Murray y Jokic para tratar de tener siempre en cancha a uno de ellos cuando ingresa la segunda unidad. Tuvo 30 minutos con el serbio (+49,0 de Rating Neto) y 26 con el canadiense (+19,9). Más que alentadores resultados, sobre todo considerando que aún están en proceso de conocimiento y de ganar confianza entre sí.
  • El encaje con Will Barton, en duda: hasta acá compartieron 41 minutos, con uno de los peores registros de Rating Neto de Facu (-17,6). El tema es que 27 de esos minutos fueron en los primeros cinco partidos. En los últimos dos frente a Minnesota (lease durante la explosión de Campazzo), apenas compartieron 14, todos ellos en el segundo partido. ¿Será que Malone entendió que el alero encaja mejor con los iniciales, a quienes puede respetar más, que con la segunda unidad, donde puede incomodar los roles por su necesidad de tener el balón?
  • ¿La triple base de Monte Morris, Facu Campazzo y Jamal Murray, una opción para quedarse? Compartieron 21 minutos en los últimos dos partidos, con un Rating Neto de +17,8. Más allá del registro, parecen compatibles por la capacidad de Murray de correrse a un costado y funcionar como tirador.

Números al margen, hay un término que gana terreno: lo que genera Campazzo en Denver produce un efecto contagio. Desde su energía, desde su predispoción a la defensa, desde su capacidad para comandar cuando puede… Hay un encanto y personalidad que acompaña a todo lo bueno que hace en la cancha, y sus compañeros lo perciben. Se ha ganado el respeto desde el primer día, pero de a poco se va ganando también la confianza. Y con más confianza, mejora la química. Y con más química y conocimiento, el rendimiento solo puede mejorar.

Es probable que para el próximo partido, en la noche del jueves ante los Dallas Mavericks de su ex compañero Luka Doncic, regrese Michael Porter Jr. Y ahí será trabajo de Malone para ajustar nuevamente la rotación, en el inicio de un tramo de partidos complicados y desafiantes (Mavs, 76ers, Knicks, Nets, Warriors y Jazz, los próximos rivales). Pero si hay algo que encontró en estas dos victorias es la sensación de poder contar con Campazzo como una garantía de rendimiento. ¿Será el inicio de cosas buenas por venir?

Fuente: Prensa NBA

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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