Tenis

Fognini más allá de los estereotipos

Por Julián Polo

Buenos Aires, 9 de feberero, 2015.- Al otro lado del mundo, el italiano Fabio Fognini sorprende siendo campeón de Grand Slam. Junto a su compatriota Simone Bolelli, con quien ganó el dobles del ATP de Buenos Aires en 2013, ganaron el Australian Open, luego de vencer a la pareja francesa integrada por Pierre-Hugues Herbert y Nicolas Mahut. Así, se convirtieron en el primer dúo italiano en ganar un título de dobles de Grand Slam, desde que Nicola Pietrangeli y Orlando Sirola consiguieron Roland Garros en 1959. Mientras tanto, el Argentina Open, torneo que se llevará a cabo en las canchas del Buenos Aires Lawn Tennis Club desde el 21 de febrero al 1° de marzo, aguarda por la llegada de su último finalista, el 26° del ranking ATP.  Fognini, un jugador auténtico a la hora de desenvolverse y, que a base de trabajo, se va alejando de los estereotipos que rondan alrededor de su figura.

Roger Federer, perfección. Rafael Nadal, lucha. Murray, el jugador quejoso. Al nombrar a estos tenistas, automáticamente, y tal vez como producto de los estereotipos consumidos, los vocablos que intentan delinearlos emergen. Estas descripciones, sin dudas, son apresuradas. No representan a los jugadores en su totalidad. En muchos casos, los encasilla en cubículos de los cuales es difícil sacarlos. Con Fabio Fognini ocurre algo similar. “Talentoso vago” sería lo primero que aparece en nuestras perturbadas mentes. Sin embargo, al igual que con los anteriores tenistas, esta breve definición poco aporta en la búsqueda del conocimiento de la personalidad. ¿Fogna, realmente es eso?

“¿Qué es lo que yo veía en Fabio? Lo mismo que los demás, superficialmente, pero donde todos vemos desidia y falta de pelea, yo le veo que `quiere tanto´ y está sufriendo muchísimo más de lo que nadie se pueda imaginar por `querer pero no saber cómo´ (…) El ojo no ve la voluntad, actitud y el compromiso que tiene Fabio con su profesión”, escribía hace tiempo José Perlas, entrenador de Fognini desde hace tres años, en su blog. En este texto, el coach español hace hincapié en lo catalogados que están ciertos jugadores, como el caso de su pupilo, que todavía, para algunos, se encuentra bajo el mote de “talentoso vago”.

“Todos los que no me conocen creen que no lucho y tiro el partido. Pero como dice Perlas sufro mucho y gracias a él hemos encontrado algunas formas para poder hacer esto. Es un deporte que realmente necesita muchos entrenos fuera de la pista. La verdad que espero conseguirlo”.

Al ver la facilidad con la que emplea sus golpes, el talento es indudable. El último finalista del Argentina Open ve este aspecto como un arma de doble filo. “Es difícil de llevar. Todos dicen que tengo bastante talento y, al final, este talento no sirve. Bueno, sirve y no sirve, porque es algo con lo que debes convivir. Algunas veces te ayuda y otras tantas se te viene en contra”, manifiesta con sinceridad el tenista que junto a Perlas realizó productivos cambios para mejorar su juego y su mentalidad dentro de la cancha.

Luego de ver el enfoque que propone su círculo más íntimo, y que aleja un poco el ya instalado “talentoso vago”, aparece algo que Fabio Fognini no puede eludir ni cambiar. Es innato. Está en su naturaleza. La capacidad para captar la atención es aquello que lo distingue dentro del común de los tenistas. Su desfachatez, sus palabrerías durante los partidos, su talento, sus arranques de ira, su displicencia y hasta la facha italiana, todo ello funciona como una imán para el público. “Con Argentina siempre he tenido buena onda”, dice forzando la pronunciación de “onda”, para hacerla lo más argenta posible. “Siempre me ha gustado. Todas las veces he ido con mucha ilusión a jugar allá. El año pasado he disputado la final en Buenos Aires y he ganado la serie de Copa Davis (en Mar del Plata)”, comenta el tano que palpita una nueva participación en el Argentina Open. Acerca de este estilo desfachatado, Fognini coincide con la descripción y le responde –sin cassette– a aquellos que lo critican por alguna de sus actitudes. “Quien me conoce sabe que soy un chico así. A los demás, les gusta mucho hablar desde su casa, con el mando (control remoto), una cervecita y pop corn”. Siempre auténtico.

Analizando su performance durante el 2014, una de las mejores temporadas de su carrera, Fognini relata que vivió dos etapas. La más positiva ocurrió en la primera parte del año donde consiguió su tercer título como profesional en Viña del Mar, alcanzó final en Buenos Aires y llevó a su país hasta las semifinales de la Copa Davis. La otra porción estuvo plagada de primeras rondas e incluso de algunos inapropiados comportamientos dentro de la cancha. “El 2014 fue muy duro para mí. Obviamente porque había que repetir todo lo que había hecho durante el final de 2013 (campeón en Stuttgart y Hamburgo). Los primeros seis meses fueron muy buenos; después, la segunda parte de la temporada fue muy complicada. Me desconecté un poco mentalmente y físicamente no estuve preparado como sí lo estaba al principio”.

El triunfo frente a Andy Murray, en los cuartos de final de la Copa Davis, fue algo que trazó una línea de referencia en su carrera. Un hito que no olvidará. “La victoria contra Murray es verdad que marcó un antes y un después porque se habló mucho de eso en Italia. Para estas situaciones se trabaja día a día, para jugar partidos de esa manera”.

La presente temporada comenzó con dos debut y despedida: el primero en Sídney donde perdió frente a Juan Martín Del Potro, mientras que la segunda ocurrió en el Abierto de Australia siendo derrotado por el colombiano Alejandro González. “Ahora estoy bien, quiero pensar en el 2015 que lo he empezado “malito” sobre la parte tenística y en lo físico estoy bien. Estoy con mucha ilusión de seguir adelante porque el año es largo y vamos a ver. Lo estoy intentando día a día y estoy seguro que si sigo entrenando así, lograremos algo”, dice Fognini que, junto a Bolelli, hizo historia en Australia.

FOGNINI Y LA FAMILIA

En los siete años que participó del torneo celebrado en Buenos Aires, algo que no cambió en Fognini fue su compañía. La presencia de su familia ya es un clásico en cada una de sus visitas. Fulvia Fognini, hermana del tenista y que casualmente cumple años en la misma fecha que él, el 24 de mayo, relata que Fognini, en su casa, es muy distinto a lo que se ve dentro de la cancha. Su sorella lo describe como una persona tímida y callada. Fabio responde. “Afuera y en casa es lo opuesto. Algunas veces ven que adentro de la pista me transformo porque obviamente es mi trabajo, no quiero perder e intento la mejor manera posible de ganar el partido”, dice el especialista en polvo de ladrillo que en sus tiempos libres suele ir a pescar y a jugar al fútbol con amigos.

Fuente: Prensa Argentina Open

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