
De los vagones La Brugeoise que circularon hasta enero de 2013 a los chinos CNR de la actualidad pasaron millones de pasajeros: La Línea A fue inaugurada el 1° de diciembre de 1913, fue la primera línea de subterráneos de América del Sur.
Pero su nacimiento comenzó a gestarse en 1898 entre proyectos y leyes.
En los diarios de la época, el 14 de diciembre de 1913, el primer día habilitado al público, viajaron unas 170.000 personas.
La obra demandó 26 meses y que había comenzado el 15 de diciembre de 1911.
Al mismo tiempo que se iniciaba la construcción de los túneles en 1909, en Bélgica, comenzaba la fabricación de los coches de madera que fueron enviados a la Argentina en barco.
Unos 1500 operarios excavaron 440.000 metros cúbicos de tierra. Se usaron 31.000.000 de ladrillos, 108.000 barricas de 170 kilos de cemento, 13.000 toneladas de tirantes de hierro y 90.000 metros cuadrados de capa aisladora.
Cuatro meses después de la inauguración se presentó la ampliación hasta la estación Río de Janeiro y 90 días mas tarde quedó terminado el tramo hasta Primera Junta.
Los últimos cambios son contemporáneos: la línea se completó en 2013 con la inauguración de San José de Flores y de San Pedrito.
El 8 de enero de 2013, Las Brujas, como se los conoce los coches belgas, corrieron por última vez por las vías de la Línea A y pasaron a formar parte del patrimonio histórico, con una protección judicial sobre el lote total, con un proyecto para definir su reutilización.
Fuente: Yahoo Noticias