Fue un viaje de película. Así lo definió Natalia Cerruti, una de las pasajeras a bordo del avión de Aerolíneas Argentinas que piloteaba el comandante Jorge «Pajita» Pérez Tamayo. Él cumplió con la tradición y protagonizó un vuelo rasante en el Aeroparque Jorge Newbery, unos minutos antes de aterrizar en Ezeiza.
Natalia cuenta que, desde el inicio, fue un viaje especial. Cuando llegaron con su hermana al aeropuerto de Miami se encontraron con carteles que anunciaban: «Bienvenidos al último vuelo deJorge «Pajita» Pérez Tamayo». Según dice, el cartel más grande estaba en la puerta del avión y luego se multiplicaban por toda la nave. «Hasta en el baño había carteles», acota Natalia, entre risas.
Se preparaban para un viaje distinto. Cada vez estaban más expectantes. «Viajaba el hijo con él, que también es comandante. También toda la familia y algunos amigos estaban en el avión», relata. Cuando estaba por partir el avión el hijo tomó el micrófono e informó a todos los pasajeros que cuando arrancaran iba a haber dos autobombas que tirarían chorros de agua. «El avión pasó carreteando y ahí empezó a caer el agua», dice Natalia. «Como nos avisó antes no nos asustamos, sino no hubiéramos sabido qué pasaba», aclara.
En medio de todo, el hijo volvió a hablar del último vuelo de su padre. «Fueron un montón de cosas emotivas. Toda la gente empezó a emocionarse», relata.
El artífice del vuelo rasante era el comandante y ex titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) Jorge Pérez Tamayo, gremialista cercano a Hugo Moyano.
Luego de un rato de vuelo de nuevo habló el hijo y enseguida pasó el comandante homenajeado por todo el avión saludando a la gente. «Muy buena onda. Todos lo saludaban y aplaudían. Otro polito lo iba filmando», cuenta. Y agrega: «Lo que no sé es quién piloteaba en ese momento. Supongo que el hijo». Se ríe. «Ni idea, pero estábamos todos ya muy emocionados».
Lo más emocionante fue -afirma- cuando estaban entrando a Buenos Aires. «El hijo nos dijo que íbamos a sobrevolar Aeroparque antes de llegar a Ezeiza, para saludar a la gente, para que él se despidiera. Iba muy bajito el avión, por momentos me parecía que iba a tocar el piso», cuenta. «Luego levantó vuelo de nuevo y encaramos para Ezeiza».
Fue muy emocionante porque las azafatas lloraban, el hijo hablaba y se quebrara, todos adentro aplaudían y afuera en Aeroparque también. ¿Sentiste miedo?, le preguntó LA NACION. «No, era como más emocionante que otra cosa. Los comentarios eran todos re buena onda, como que estaban contentos de haber vivido eso. Te emocionabas de ver a todos emocionados. Fue un viaje de película».
Un video de YouTube sobre esta maniobra está convirtiéndose en furor en Internet. Allí se muestra desde el exterior del avión en Aeroparque el impresionante vuelo rasante y en pleno Buenos Aires. En la imagen se ve un Airbus 340-300 de Aerolíneas Argentinas realizando esta espectacular maniobra sobre el Aeroparque Jorge Newbery..
Fuente: La Nación