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El artista que les puso color y pasión a los túneles del subte Comentar

No es ésta la típica historia de quien conoce el subte como la palma de su mano. Martín Ron nació y vive en Caseros, partido de Tres de Febrero, donde el mapa de subterráneos sólo se encuentra en la Guía T. Desde su casa suele viajar con los colectivos 53, 105 y 181; en ocasiones lo hace con el ferrocarril San Martín, pero rara vez toma el subte.

Sin embargo, este artista de 32 años que se crió con un pincel en la mano inscribió su nombre en estaciones y trenes de la red porteña, a fuerza de talento y murales.

«Para cualquier muralista o grafitero, llegar al subte es una de las máximas emociones. Es pintar el cielo. Aunque la pasión siempre está, no es lo mismo hacer una pared abandonada que una estación donde viajan miles de personas por día», se enorgullece quien intervino las estaciones Plaza de Mayo y Miserere, de la línea A, y Hospitales y Parque Patricios, del subte H, además de una formación completa que exhibe retratos de cien ídolos de la cultura.

-¿Cómo llegás a intervenir el subte?
-La empresa SBASE convocó a un grupo de artistas para pintar las estaciones de la H, con un leitmotiv cultural. Había que hacer reproducciones referentes al tango y gigantografías. A mí me tocó la estación Hospitales.

-¿Y después te tocó la formación de la línea A?
-Primero fue la estación Plaza de Mayo, donde pintamos el andén sur con motivo del centenario del subte. La figura central es un primer plano de una escultura de Lola Mora. Y después, cuando la línea A quedó cerrada, nos llamaron para pintar todo un tren, de punta a punta.

-¿Cómo fuiste eligiendo los cien retratos? ¿Con qué criterio?
-La consigna era hacer íconos de la cultura popular del siglo. Nos juntamos con los chicos, fuimos tirando las personalidades más queridas por la gente y las hicimos de una. No había mucho tiempo. Intentamos discriminar ideologías políticas o factores que dividan a la gente, pero tuvimos que elegir. Por ejemplo, está Bilardo y no está Menotti.

Está Susana Giménez pero no está Mirtha Legrand…
El subte en cuestión es casi todo celeste, con destellos de blanco y un sol en el medio.

Entre las imágenes de Carlitos Tevez, Lionel Messi, Jorge Luis Borges, Cacho Castaña, el Flaco Spinetta, Mercedes Sosa y Juan Manuel Fangio, por nombrar sólo algunos, ¿quién falta en la unidad Fiat? ¿Cuál es la figurita difícil? «Debe haber varios que faltan. Ahora que lo decís, no está el Papa Francisco. Porque lo hicimos antes de que asumiera. Tendríamos que agregarlo en un futuro vagón», cuenta Martín, que también trabaja para su municipio y da clases de pintura.

La obra completa, que los usuarios pueden ver y fotografiar en la línea A, le demandó tres semanas, trabajando doce horas por día en los túneles debajo de la avenida Rivadavia. No lo hizo solo, ya que estuvo con otros diez artistas bajo su mando.

Como la mayoría de los murales porteños, su trabajo no escapa a los hechos de vandalismo.

Lo sabe desde que realizó sus primeros retratos en el jardín Nuestra Señora de las Mercedes de Caseros, durante su adolescencia. «Como artista urbano, sé que la vida útil de un mural es azarosa. Hay un riesgo», sostiene Ron, que ya fue notificado sobre algunos «retoques» malintencionados: «Es una boludez, pero es parte del juego».

Fuente: La Razon

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