Jóvenes Empresarios

Emprendedores bonaerenses: desafíos para superar la crisis

Por Daniela González, presidenta de Jóvenes FEBA (JEFEBA)

 El próximo 5 de diciembre de 2019, JEFEBA, la rama que nuclea a todos los jóvenes empresarios bonaerenses de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires, FEBA, celebrará su premiación anual, en la que reconoce el entusiasmo, trabajo y aporte al desarrollo y crecimiento económico de la Provincia de Buenos Aires y del país, de todos aquellos jóvenes emprendedores que se destacaron durante 2019.

 Lo cierto es que no fue un año fácil, ya que la crisis dio lugar a nuevos desafíos para el sector en general. Muchos empresarios que producen y/u ofrecen servicios se vieron obligados a contraer su esquema. Por ello, el principal problema y, sobre todo, la gran amenaza al concepto de emprendedorismo es la autoprecarización y el autoempleo.

Es importante entender qué significa ser empresario y también volver a explicar que PYME somos todos: profesionales con empresas de servicios, comerciantes, productores y emprendedores, entre otros. Para hacer frente al contexto país, fue fundamental la contención que brindamos dentro de los equipos de jóvenes empresarios (JEFEBA), ubicados en las cámaras empresarias de nuestra provincia y también desde FEBA.

En línea con el criterio de acción que propone Camilo Alberto Kahale, presidente de la entidad, en momentos de crisis es cuando más se requieren estos espacios de participación, de trabajo conjunto y de estímulo de las actividades que realizamos. En definitiva, de fortalecimiento del sector Pyme al que representamos.

En este sentido, si bien quienes integran el sector joven de la gremial empresaria tienen entre 18 y 40 años, debemos entender que la juventud es una transición, un momento en la vida de una persona. Por un lado, debemos tomarlo como una preparación y, por el otro, como una oportunidad para empezar a generar espacios de liderazgo en las comisiones directivas de las entidades.

El Premio Joven Empresario Bonaerense se realiza desde hace 12 años. La riqueza de su antigüedad radica en la trayectoria con la cual venimos trabajando, la seriedad de una entidad que de forma ininterrumpida convoca y congrega a los empresarios jóvenes para honrarlos, para ponerlos en vinculación. Porque el premio no es un fin en sí mismo: se complementa con un encuentro que llamamos Jóvenes Hacedores. Además, presentamos programas y brindamos capacitación, trabajando con y para los reconocidos.

En tiempos de crisis, nos reconforta premiar 8 categorías: Comercio Local, Promoción al Oficio, Desarrollo Tecnológico, Nuevo Emprendimiento, Impacto Social, Proyección Internacional, Convivencia Generacional y Desarrollo Glocal.

Consideramos diferencial a la última categoría porque invita a pensar globalmente y actuar localmente. Es recomendable que las Pymes nacionales adopten el concepto de lo Glocal (Global y Local) porque fortalece su identidad de origen al mismo tiempo que desarrolla su estrategia comercial en nuevos mercados.

A diferencia de la globalización, no apunta a la oferta uniforme de productos y servicios (que termina por imponer el criterio de las grandes marcas internacionales). Lo glocal privilegia la inserción de lo local en el escenario internacional poniendo en valor la autenticidad de los productos como valor añadido. Representan valores relacionados con su origen y favorecen la diversidad, al mismo tiempo que cumplen parámetros de calidad para un desempeño comercial exitoso.

Si hace 12 años que podemos premiar el esfuerzo y trabajo de los más jóvenes, es porque las cámaras están formadas por personas empresarias, emprendedores, comerciantes, industriales, profesionales de servicios que actúan ad honorem. Y ¿por qué participamos? Porque creemos que las redes son lo único que puede sacar adelante al sector productivo y con él a cada ciudad, a las provincias y al país. Un logo en una Cámara, en una Federación, en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), simboliza a un montón de personas con sus proyectos, problemáticas, necesidades y propuestas.

Por eso, las Cámaras empresarias que en algunos momentos han pasado su «Luna de Avellaneda», se convierten en medio de las crisis en una oportunidad para vincularnos. Una oportunidad para librar acciones en pos del crecimiento.

Como sector empresarial joven tenemos desafíos particulares pero siempre desde el diálogo. Debemos escuchar a todos los actores. No pensar que uno tiene más conocimientos que el otro. Todos enriquecernos en base a la convivencia en las Cámaras y en sus mesas de debate.

Actualmente, la brecha generacional es una más de las que tenemos a nivel país. Por eso desde la gremial venimos a paliar esta situación. Es clave empezar a construir un diálogo, que siempre es una búsqueda de consenso y sólo puede llevarnos por buenos caminos.

 

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