Misiones es selva, agua, comunidades originarias, inmigración y mucha historia. En ese sentido, las autoridades turísticas de la provincia buscan un efecto derrame del turismo que se dirige específicamente a las Cataratas del Iguazú hacia otros destinos del territorio, por lo que presentaron dos nuevos productos: la Huella Guaraní y el Camino de los Jesuitas.
En diálogo con Télam, el coordinador de la Subsecretaría de Turismo de Misiones, Javier Pérez, explicó los alcances de estas nuevas iniciativas y las expectativas en cuanto a un lanzamiento con el que se pretende extender en unos 10 a 15 días la estadía de los visitantes a la provincia.
“Ahora está en entre los dos y tres días promedio enfocado en cataratas, pero lo que estamos tratando es que la gente se quede de entre 10 y 15 días tratando de recorrer por completo la ruta de la selva”, dijo el funcionario.
Para tener una idea del imán que representan las Cataratas –declaradas como una de las siete maravillas del mundo-, Pérez explicó que el año pasado el Parque Nacional Iguazú recibió casi un millón trescientos mil turistas.
“Con que bajen cien personas por mes a que conozcan la provincia, ya estaremos generando beneficios económicos para toda a zona, que hoy no lo tienen. Se lo lleva todo cataratas”, precisó.
La Ruta de la Selva, que arrancó el 4 de julio de 2012, es un producto que engloba todo lo que tiene que ver con la selva y con el agua asociada a esa selva. Bajo ese paraguas los visitantes tienen la oportunidad de conocer a las comunidades aborígenes, la cultura de cada pueblo, las comidas y de disfrutar de un pernocte en alguno de los alojamientos en medio de la extrema vegetación.
“Este año, y siguiendo con la temática, sacamos dos productos diferenciados; uno la Huella Guaraní, para potenciar una zona de la provincia de Misiones como son los altos de Moconá, y ahora presentamos en Feria Internacional de Turismo (FIT), el Camino de los Jesuitas, que es el tercer producto”, se explayó.
La Huella Guaraní, que discurre por la ruta provincial número 15, tiene entre sus atractivos los mencionados Saltos de Moconá y los altos del Soberbio. “Por último nos quedaba la parte sur de la provincia y surgió la idea, con la intervención pública y privada, de potenciar lo que son las reducciones jesuíticas. En la provincia tenemos cuatro patrimonios históricos declarados por la UNESCO”, precisó Pérez.
Se trata de las ruinas de San Ignacio, de Loreto, de Santa Ana y de Santa María. Los tres primeros se encuentran ubicados en un radio de 50 kilómetros, mientras que el último está sobre las márgenes del río Uruguay.
“El circuito lo armó la parte privada. Serán diarios a partir de noviembre, es decir, un día se va las ruinas de san Ignacio con el espectáculo de luz y sonido, otro lo hacemos a Santa Ana y Loreto, y un segundo día es para las de Santa María. Además, la empresa está tratando el vínculo con Paraguay y Brasil, donde también existen ruinas jesuíticas”, destacó.
Pérez insistió en que el objetivo es lograr una mayor estadía de los visitantes para un conocimiento más profundo de las ofertas que tiene la provincia, realizando un recorrido completo por la Ruta de la Selva.
“Entonces, por ejemplo, hacemos un tour en cataratas un día y comenzamos a bajar en la provincia para ir a conocer Puerto Bemberg; algún que otro salto, como el Encantado, o al Moconá (este último lleva un día entero entre que llegas y el viaje), y después conocer la zona centro de la provincia y vivir una experiencia de selva alojándose allí”, subrayó.
Lanzada hace poco por el Ministerio de Turismo, la “Marca Misiones” busca promocionar cinco íconos de la provincia: Cataratas; reducciones jesuíticas de San Ignacio; Salto Encantado, Saltos del Moconá y la Cruz de Santa Ana.
“Nosotros con la Ruta de la Selva, la Huella Guaraní y el Camino de los Jesuitas tratamos de englobar a toda la provincia”, aclaró el funcionario.
A todo esto, se comenzó a trabajar con la empresa Rainforest Alliance, de Costa Rica, un sello verde de los cien más creíbles del mundo, inserto 80 países donde hacen verificación en turismo sostenible.
“Hoy por hoy el mercado europeo, el chino y el norteamericano se están guiando por los sellos verdes que son ambientalmente amigable, entonces nosotros contratamos esta empresa y ya están en proceso de verificación 12 hoteles. Todavía no tenemos los resultados de cuantos pasaron la verificación pero estamos realizando talleres”, detalló el coordinador.
“La idea es que cuando salgamos el año que viene tengamos el respaldo del sello verde. De hecho, en 2012 hablamos con el vicepresidente de la empresa y le comentamos que teníamos la intención de ir a algunas ferias, y ellos se pusieron de acuerdo en ir con nosotros para promocionar la marca en un solo stand”, concluyó.
Fuente: Telam