Sergio Hernández no escatimó en elogios a la Selección y se animó a considerarlo como el plantel más completo que condujo.
En esta oportunidad no se emocionó en un mar de lágrimas, aunque sí lució conmovido y principalmente feliz. El padre de la criatura disfrutó de la victoria ante Francia y el aterrizaje en el compromiso definitivo del Mundial.
Sergio Hernández, ese bahiense que rompe récords como técnico del seleccionado, exteriorizó sus concepciones de este momento consagratorio del plantel. Para empezar a desmenuzar la trascendencia de lo acontecido, el Oveja eligió un intercambio de palabras con el extraterrestre Emanuel Ginóbili:“Fui a saludarme con Manu, que estaba exultante, y me dijo ‘no sé que pasó acá, ni como hicieron pero esto increíble’”. Esa anécdota abrió la puerta a una reflexión con mucho sustento de Hernández, que exteriorizó: “Me animaría a decir que es el mejor equipo que dirigí en mi vida, con todo el respeto a los otros planteles. No tenemos un segundo de distracción, cumplimos a rajatabla los planes, contamos con jugadores de alto nivel, somos valientes. Habrá que empezar a pensar que los nuestros también son del mismo nivel que las otras figuras. Es muy de argentino eso de subestimarnos, de creer que todo lo conseguimos a base de huevo o sorpresa. Acá con entrega solo te vas en primera ronda. Conseguimos esto por la calidad de nuestro personal y porque jugamos juntos”.
En relación con la expectativa que despertaron en la sociedad, el entrenador respondió: “Sé que era un día muy especial, que la gente hizo de todo para poder ver el partido. Estamos felices por nosotros y por todos, por poder aportar un poco de felicidad. Tenemos un país maravilloso, un poco enquilombado, así que siempre que podamos brindar una alegría como esta es bienvenido”.
Para cerrar el diálogo, el Oveja aportó una visión de la idiosincrasia del equipo. “Somos insoportables, en el último minuto Fournier no podía sacar del fondo ante la presión de Garino, es un poco la muestra de lo que somos. Ojalá que también lo mantengamos en el momento que nos toque ir por detrás, de lo que le queda de vida a esta selección, que son muchos años. El juego se respeta más allá del resultado, la fase o el rival, eso es lo que pregonamos”, concluyó el capitán del barco de la ilusión.
Fuente: Prensa Cabb – Videos FIBA